Cuando hablamos de los tipos de copas de vino que existen en el mercado, el abanico es muy amplio. Y, aunque es complicado tener en casa un tipo de copa distinto para cada tipo de vino, lo recomendable es contar con las copas adecuadas para degustar y disfrutar al máximo de cada vino. Te contamos cuáles son algunos de los tipos de copas de vino más habituales y cómo usarlas.
Antes de nada, cabe aclarar, que una copa de vino debe cumplir una serie de características básicas imprescindibles. Sea para el vino que sea, una copa tiene que ser de cristal liso, transparente e incoloro, para que podamos apreciar mejor su color y características organolépticas. Y, aunque se ven cada vez más algunas copas de colores, no es lo más recomendable ni lo más práctico, especialmente si se trata de una cata de vinos.
Otra característica que debe cumplir la copa de vino es que no sea demasiado gruesa. Lo recomendable es un grosor de un milímetro, aunque sean más frágiles, ya que así podrás observar el vino perfectamente a través del cristal. De esa forma, podrás ver la lágrima, que es mayor cuanto más grado de alcohol tenga el vino, por ejemplo. Además, es importante que tenga un tallo suficientemente largo para que podamos cogerla por ahí, sin tener que tocar el cáliz, evitando así transmitir nuestro calor al vino.
Copa Borgoña, para los vinos tintos
En primer lugar, vamos con un clásico de las copas, la llamada Borgoña, inicialmente destinada para los vinos procedentes de esta región francesa. Es una copa grande, con un amplio cáliz que acaba en un cuello más ancho de lo normal, pero más estrecho que el cáliz, lo que permite que haya más contacto entre el vino y el aire de la copa, facilitando que se desprendan más los aromas del mismo. Este tipo de copa es perfecta para vinos tintos que hayan estado mucho tiempo en barrica, y que soporten bien la oxidación, por lo que no es una buena opción para los vinos blancos que se oxidan con más rapidez.
Esta copa sería ideal para vinos como nuestro LAS LUCES. LIBRO DIECIOCHO ECO.
Copa Burdeos
Como su nombre indica, es el tipo de copa pensado para los vinos procedentes de Burdeos y es la copa más habitual que nos vamos a encontrar para vinos tintos, ya que funciona muy bien para una gran generalidad. A diferencia de las copas borgoña, el cáliz es más alargado y estrecho, concentrando así los aromas. Es ideal para vinos que tengan aromas potentes, como pueden ser los vinos jóvenes y con crianza, como nuestras garnachas.
En esta copa podríamos degustar nuestros INITIO ECO 2019 y nuestro SENDA ECO 2021.
Copa Cabernet Sauvignon
Es una copa similar a las dos anteriores, pero de tamaño algo menor. Se suele utilizar para vinos elaborados con esta variedad, algo más ligeros en estructura, pero sabrosos, que necesitan una menor temperatura de consumo, como pueden ser tintos ligeros o vinos rosados, ya que al ser la copa más pequeña evitamos que se calienten.
Copa Chardonnay
La copa Chardonnay está diseñada especialmente para disfrutar de los vinos blancos elaborados con esta variedad. Su tallo y su cáliz son un poco más pequeños que las de los vinos tintos, para evitar un excesivo volumen y que el vino se caliente, ya que los vinos blancos deben tomarse fríos.
Se suele utilizar cuando los vinos son afrutados y ligeros, donde se pueden percibir todos sus aromas en el primer sorbo. También para vinos blancos más complejos, como son los fermentados en barrica.
Copa para blanco seco
Normalmente las copas para degustar vinos blancos secos tienen un tallo alto y un cáliz de mayor volumen. Además, se cierran en un cuello en cilindro más estrecho. Esto permite al vino respirar, a la vez que se concentran los aromas en la copa.
Esta copa es perfecta para tomar nuestros vinos blancos, tanto ALBILLO REAL ECO 2023 como ENSAYO ECO 2020.
Copa Sauternes
Los vinos dulces también tienen su tipo de copa ideal. Esta sería la copa tipo Sauternes, para este tipo de vinos dulces, ya que es una copa de capacidad menor que las anteriores, con un cáliz menos abombado.
Copa Flauta
Estas copas son más típicas del cava o champagne, pero también puede servir para algún vino frizzante o espumoso, con un cáliz mucho más alargado y cerrado, para evitar que el gas se pierda de inmediato y vaya saliendo lentamente, sin perder la fuerza rápidamente.
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