Las aves son una parte fundamental de cualquier ecosistema y, además, ya sabes que nuestra bodega se ubica en una zona ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), algo que respetamos y protegemos conscientemente desde Las Moradas de San Martín, y es que es toda una suerte disfrutar de la fauna autóctona que nos rodea. Por eso, es habitual ver sobrevolar numerosas especies por nuestros viñedos a lo largo del año, y hoy te contamos un poco más sobre las aves que pasan por nuestra zona en otoño.
Nuestra bodega se ubica en un entorno paisajístico de gran valor medioambiental gracias a su flora y su fauna autóctona. Al este de la sierra de Gredos, y en la Sierra Oeste de Madrid, contamos con un clima mediterráneo continental y nuestros viñedos están ubicados a una altura de 870 metros, en el Pago de los Castillejos.
Algunas de las aves más conocidas que habitan nuestra zona en otoño son el petirrojo europeo, el jilguero europeo, el arrendajo euroasiático o el picogordo común. Además, el mirlo es muy común, y el pico picapinos es uno de los más fáciles de reconocer (Dendrocopos major), gracias a su plumaje tan característico, teñido de rojo, negro y blanco.
Por otro lado, si observamos las copas de los árboles, ya con los marrones y cobres propios del otoño, es fácil avistar al reyezuelo listado, mientras que en zonas pobladas por insectos, resultará muy fácil identificar al mito, gracias a su larga cola, o al mosquitero ibérico, de lomo verdoso y partes inferiores y cara de tonos amarillentos. Además, en los troncos de los árboles resulta fácil encontrar al agateador común, que trepa para desplazarse hacia arriba. También el rabilargo ibérico (Cyanopica cooki) conocido como rabúo o mohíno, habita nuestra zona y es el más pequeño de los córvidos que habitan en España. Es omnívoro, y destaca por su garganta blanca y su cabeza capirotada en negro, mientras que sus plumas primarias y su cola son azules.
Habitual también en las zonas urbanas, el gorrión común es una de las especies más conocidas del día a día y cuyo canto es fácilmente distinguible cuando paseamos entre nuestros viñedos. Como curiosidad, para distinguir si se trata de un gorrión hembra o un gorrión macho, fíjate en las manchas debajo del cuello: ¡las hembras no tienen babero!
Y con la llegada del frío, las grullas no tardarán en llegar desde los países del norte, al mismo tiempo que comienza a ser época de avistamiento de la lavandera blanca, también denominada aguzanieves o pajarita de las nieves. Y si nos guiamos por el sentido del oído, la abubilla es fácilmente reconocible por su peculiar reclamo, y la reconocerás por su penacho de plumas en forma de cresta.
Y si existe una especie inconfundible que encontramos en nuestra área es el buitre leonado: una rapaz inmensa, y uno de los pocos buitres que se pueden encontrar en Europa. Se alimentan de carroña, y sus alas pueden llegar a medir 2,8 metros. Resulta impresionante verla sobrevolar nuestros viñedos.
Además de todas estas especies, por la noche, especies como búhos o rapaces pasean por nuestros viñedos a la luz de la luna. Ya has visto el sinfín de variedades que habitan nuestro entorno: por eso, desde Las Moradas de San Martín trabajamos día a día para cuidar y proteger la naturaleza y el ecosistema que nos acoge, como parte de la zona ZEPA-56.
Y si quieres descubrir en primera persona nuestros viñedos y el entorno tan especial que los rodea, ven a visitarnos y disfruta de una jornada única. ¡Estamos a menos de una hora de Madrid!