La elaboración artesanal del vino mediante prácticas biodinámicas y sostenibles es una parte fundamental de nuestra filosofía en Las Moradas de San Martín. Esto incluye la producción de vinos sin clarificar ni filtrar, buscando potenciar la identidad única de nuestros vinos y las características del albillo real y la garnacha tinta, ambas variedades autóctonas de la zona de San Martín de Valdeiglesias. Así, el invierno es una etapa esencial en nuestra bodega, y hoy te contamos por qué.
Una filosofía de no intervención en la elaboración del vino
Durante la crianza en barrica, encontramos ciertas sustancias en suspensión en el vino que lo enturbian y pueden causar desviaciones en la luz y, por tanto, el color. Estas pueden ser restos de levaduras, bacterias, restos vegetales muy pequeños o compuestos como las proteínas que, una vez precipitan y se estabilizan, dan lugar a vinos más límpidos y claros.
En este proceso influyen diferentes factores como el tiempo de crianza, la climatología, las características del vino (pH, alcohol, polifenoles) o la temperatura ambiente. Esta última tiene un papel importante ya que, durante el invierno, las temperaturas en la zona de San Martín de Valdeiglesias varían entre los 0ºC y los 12ºC. Pueden darse ciertas heladas, con las que llegar a los -3ºC, y también son habituales las nevadas, aunque de manera débil y eventual. Este frío se traduce en temperaturas muy bajas dentro de nuestra bodega, alcanzando los 6ºC en la sala de las barricas, una circunstancia que contribuye a la limpieza natural de los vinos que se encuentran realizando la crianza en ellas.
En el caso de nuestro Albillo Real ECO 2021, por ejemplo, su elaboración comienza con la fermentación natural, para continuar con una crianza de 8 meses en barricas de roble francés de 500 litros usadas. Realizamos bâtonnages en cada luna llena, siendo el último en diciembre, para dar paso a los trasiegos. Estos, combinados con el frío natural del invierno, nos ayudan a obtener un vino limpio de forma natural sin clarificar ni filtrar. Como él, ninguno de nuestros vinos tintos, elaborados a base garnacha tinta, se clarifican ni se filtran, gracias al efecto natural del frío en la limpieza del vino.
Las ventajas de una elaboración sin intervencionismo
Nuestra filosofía de no intervención y la producción de vino embotellado sin clarificar ni filtrar implica estancias más largas de crianza en barrica y tiempo en depósito, para facilitar la estabilización. Además, son necesarias unas buenas condiciones de acidez, pH y estado sanitario del vino para que mantenga su calidad a lo largo de su vida en botella.
La filtración puede ser útil en términos de eliminación de componentes negativos que enturbian el vino, como levaduras y bacterias. Sin embargo, también elimina ciertos componentes de los olores del mismo, residentes en algunas partículas, como antocianos (sustancias de la piel de la uva) y azúcares. Nuestros vinos se caracterizan por la mínima intervención en su elaboración, de esta manera está más presente el “terroir” o “terruño” de nuestras parcelas al pie de la sierra de Gredos. Por ello, en Las Moradas de San Martín apostamos por conservar todas las características del vino, produciendo así vinos con alma.
Si todavía no has probado nuestros vinos, accede a nuestra tienda online y descubre los aromas y matices característicos de la garnacha tinta y el albillo real. Y si quieres probarlos en su lugar de origen, consulta aquí nuestra oferta enoturística. ¡Te esperamos!
