En Las Moradas de San Martín, hemos comenzado la vendimia 2023 con el albillo real, y lo hacemos en julio por primera vez en nuestra historia, con un adelanto de unas tres semanas respecto a la media. Y es que, en general, se ha vivido un año cálido y seco, que ha afectado a todos los estadios del ciclo de la viña. Una vendimia que se realiza de forma manual y de madrugada, y que esperamos finalizar en una semana aproximadamente. Además, este 2023 prevé una cantidad de uva inferior a la de la añada anterior, aunque con una excelente calidad.
La vendimia 2023 comienza de forma muy prematura en nuestra bodega con el albillo real, variedad autóctona de Madrid, llamada a su cultivo “tempranales” por ser la más temprana en alcanzar su maduración. Y es que la atípica climatología vivida desde el otoño de 2022, cálido y seco, hasta el verano de 2023 ha provocado un adelanto generalizado de todo el ciclo de la uva. “En febrero comenzaron a subir las temperaturas, dejando unos meses de marzo, abril y mayo extremadamente calurosos y sin lluvias. Esta anomalía de final de invierno, sumada a una primavera también seca y cálida, adelantó la floración casi tres semanas”, explica Isabel Galindo, nuestra enóloga y directora técnica. Después, llegó un mes de junio de tormentas diarias, que aportaron agua suficiente para terminar el ciclo de maduración del albillo real. “De modo que nos encontramos vendimiando en julio por primera vez en nuestra historia”, apunta.
Así, con el albillo real damos comienzo a la primera vendimia, que se realiza netamente manual y en cajas pequeñas por personal especializado de nuestro Departamento de Viticultura, comenzando con la salida del sol, para respeto y calidad de la uva, y realizando una cuidadosa selección de racimos en el campo y posteriormente en mesa antes de entrar a la bodega. “Todo nuestro albillo se trabaja al 100% mediante una viticultura ecológica, con todos los procesos manuales y artesanales que nos confieren autenticidad y calidad con bajas producciones y con un estado muy sano”, explica Galindo. Y es que en Las Moradas de San Martín trabajamos desde 1999 en la recuperación de esta variedad autóctona y casi perdida, cultivada en parcelas de altura y terruños muy especiales, trabajados en formación de vaso y secano, que le confieren al vino unas peculiaridades únicas. “Trabajando actualmente 6,3 hectáreas, esperamos un rendimiento de unos 18.000 kg, una media aproximada de 2.860 kg/hectárea”, indica la enóloga.
Esta primera vendimia finalizará aproximadamente en una semana. Habrá que esperar alguna semana más para vendimiar la variedad de uva tinta, la garnacha tinta. “En función de cómo continúe agosto, parece que nuestras garnachas estarán listas también antes de tiempo, pudiendo iniciarse la vendimia en la segunda mitad de agosto en algunas parcelas”, concluye la enóloga.
Por su parte, la cantidad de uva que esperamos será algo inferior a la del año anterior por la incidencia del agua en el cuajado de las bayas, aunque se espera una muy buena producción y calidad, especialmente en las parcelas de altura asentadas sobre suelos arenosos y rocosos graníticos, “unas características que nos brindarán la oportunidad de elaborar vinos muy redondos y aromáticos para esta añada 2023”, según Galindo.
Además, dentro de nuestro compromiso enoturístico, buscamos acercar la cultura del vino y la filosofía de su elaboración a la sociedad. Por eso, en época de vendimia ofrecemos la experiencia ‘Visita y vendimia’, en la que el enoturista se implica junto a nuestro equipo técnico en la tarea de recoger la uva con sus manos, mientras disfruta del paisaje de la sierra de Gredos, pisar las uvas o catar el vino en sus diferentes fases. Si quieres disfrutar de esta experiencia, puedes realizar tu reserva aquí.