El terroir es un término dentro del vocabulario del vino que solemos escuchar mucho, pero ¿sabías que se trata de un conjunto de factores que afectan al desarrollo del viñedo? Hablamos del clima, de las características del suelo o de la cultura vitivinícola de una zona en particular.
Cuando hablamos de terroir o terruño nos referimos a las características del suelo y toda la naturaleza que rodea a un viñedo, el clima y las temperaturas medias, el suelo, la elevación, el proceso de crecimiento. Es decir, todo aquello que afecta al sabor final y a las características de un vino. Y también hablamos de los métodos, la tradición, la cultura y el esfuerzo que los diferentes seres humanos han puesto en el proceso de creación durante años y que han dado vida a los vinos que hablan de esa tierra y cultura en la que nacieron, con una personalidad que los hace únicos. Por tanto, podemos afirmar que la calidad de un vino depende tanto de los procesos de elaboración y crianza, como también del terroir.
El terroir de Las Moradas tiene unas particularidades que nos permite elaborar vinos únicos
Nuestro viñedo cuenta con una extensión de 21 hectáreas a casi 900 metros de altitud, que se encuentra en un enclave paisajístico único, rodeado de pinares, encinas, enebros, jaras y una gran variedad de plantas aromáticas, dándole a las uvas ese toque especial del lugar de origen. Además, los suelos de Las Moradas de San Martín son arenosos, producto de la meteorización de granitos, gneises y rocas filonianas, una composición que marca nuestros vinos, de un perfil único, que hace que el pago sea muy característico. Otra característica de nuestros viñedos que marcan el terroir es la convivencia de viñedos viejos de garnacha, formados en vaso y en secano, junto con las nuevas plantaciones, por lo que se crean vinos capaces de plasmar fielmente su origen.
Además, contamos con un clima mediterráneo continental asentado en altiplano con abundantes vientos del noroeste y con precipitaciones medias de 470-540 mm. En definitiva, estamos ante un terruño único con unos viñedos de potencial excelente donde la uva nos ofrece equilibrio y nos permite crear unos vinos singulares.
En relación con los métodos, en Las Moradas trabajamos de forma respetuosa con el medio ambiente, mediante una viticultura ecológica. Por ejemplo, reutilizamos todos los subproductos. Así, las lías, los orujos y el agua de su lavado se envían a la destilería. Además, el raspón se usa junto con estiércol de caprino de explotaciones vecinas para elaborar un compost y se incorpora al viñedo como abono. Y, por supuesto, utilizamos maquinaria respetuosa con la uva y se vendimia a mano.
Son estas especiales condiciones de la Sierra de Gredos las que hacen que sea un lugar excelente para el cultivo de la vid y que nos permita elaborar vinos únicos, vinos que encierran la esencia de este terroir, propio de Madrid. Y si quieres saber más, lo mejor es que vengas a visitarnos. ¡Estamos a menos de una hora de Madrid!
