La cápsula de una botella de vino es un componente muy importante, aunque desconocido, que contribuye a la experiencia única de degustar una botella de vino. Se trata de una pequeña cubierta metálica o de plástico, que sella el cuello de la botella y, lejos de ser solo un elemento decorativo, también desempeña un papel vital en la conservación, presentación y autenticidad del vino. Hoy descubrimos su origen, su propósito y cómo han evolucionado.
El origen de la cápsula en las botellas de vino
La industria vitivinícola introdujo las botellas con corcho en el siglo XVIII, como un avance frente al almacenamiento indiscriminado de todo el vino en barricas a lo largo de su consumición. El motivo del cambio era una mejor conservación, pero este nuevo formato dio lugar a estafas, robos y fraudes: algunas personas aprovechaban para beber de las botellas y reemplazar el líquido con agua o vino de peor calidad, gracias a la ausencia de mecanismos de seguridad.
Así, para los aclamados vinos franceses que llegaban a Viena, la corte más famosa de Europa por aquel entonces, se implementó la medida pionera: un lacre sellado. Sin embargo, este material no ofrecía flexibilidad y carecía de adherencia en zonas húmedas, por lo que poco después nació la primera cápsula de estaño: una capa hermética, eficaz y que podía mostrar el sello real en su cabeza.
De esta forma, en los inicios, la función principal de las cápsulas de vino era sellar las botellas, para así evitar que el vino se contaminara con polvo, suciedad y otros elementos no deseados. Sin embargo, hoy en día las cápsulas se han convertido en parte integral del proceso de embotellado, y su propósito ha evolucionado más allá de la simple protección.
A medida que la industria del vino se volvió más competitiva, las cápsulas comenzaron a reflejar la marca y la calidad del vino. Por eso, encontramos etiquetas, diseños y grabados en las cápsulas que nos permiten distinguir una bodega de otra, creando un vínculo visual entre el vino y su origen.
Utilidades de las cápsulas
- Conservación y sellado: aunque los corchos son los principales guardianes contra la oxidación, las cápsulas también tienen un rol importante en sellar la botella. Protegen el corcho y su área circundante de la humedad y el aire, contribuyendo así a preservar la calidad y el sabor del vino a lo largo del tiempo. Si no sabes cómo mantener el vino de forma correcta en casa, échale un vistazo a nuestro blog.
- Presentación y autenticidad: las cápsulas son una extensión del etiquetado de la botella. La elección de colores, símbolos y elementos visuales nos hablará de la personalidad de la bodega y el tipo de vino que contiene la botella.
- Protección contra falsificaciones: en la actualidad, las cápsulas también son utilizadas para evitar la falsificación de vinos de alta gama. Ciertos diseños, materiales específicos y técnicas de producción avanzadas hacen que las cápsulas sean difíciles de replicar, y brindan una capa adicional de seguridad a sus consumidores.
En conclusión, aunque a menudo pasan desapercibidas, las cápsulas tienen un papel crucial que va más allá de su función básica de sellado, pudiendo estar hechas de estaño, plomo, PVC o aluminio, entre otros. En nuestro caso, trabajamos con cápsulas de Complejo, una combinación aluminio y polietileno, que pueden reciclarse en el contenedor amarillo. Además, en nuestro compromiso con el medioambiente, este año hemos reducido su tamaño en un 40%.
Desde la protección del contenido, hasta la comunicación de su calidad, las cápsulas de vino son un componente esencial en la historia de cada botella. Ahora, la próxima vez que descorches una botella de vino, ¡sabrás lo importante que es la pequeña cápsula que lo protege!