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Nuestras parcelas: esencia de las garnachas y el albillo real cultivados en este terruño único

Nuestro vino es tierra. Nuestro vino es historia y, sobre todo, nuestro vino es esencia de las garnachas centenarias que se cultivan desde el siglo XII en el municipio madrileño de San Martín de Valdeiglesias. Y es que es este terruño único el que nos permite elaborar vinos singulares y con personalidad propia. 21 hectáreas de viñedo de excelente potencial donde conviven jóvenes y viejas plantaciones de más de 100 años, formadas en vaso y cultivadas en secano, repartidas en 10 parcelas en el municipio de San Martín de Valdeiglesias.

Este viñedo excepcional adquiere el sentido de pago por sus bajos rendimientos y la excelente calidad de la garnacha

Situado a 870 metros de altura, nuestro pago está ubicado en un enclave paisajístico único, rodeado de pinares, encinas, enebros, jaras y una gran variedad de plantas aromáticas. Arraigadas en suelos pobres de composición arenosa granítica, las vides soportan abruptos cambios de temperatura, lo que propicia la alta calidad de nuestra garnacha con bajos rendimientos.

Además, aquí los suelos son arenosos, a causa de la meteorización de granitos, gneises, rocas filonianas y arcosas. Una composición que marca nuestros vinos, de un perfil único, al que ayuda el clima mediterráneo continental asentado en este altiplano, en el que abundan los vientos del noroeste y la media de las precipitaciones oscila entre 470-540 m. Un total de 21 hectáreas subdivididas a su vez en 10 parcelas que forman este pago y que han sufrido transformaciones en estos más de veinte años: algunas en su denominación, otras en su cultivo, pero siempre con el objetivo común de preservar el patrimonio y la cultura vitivinícola de la que nos convertimos herederos ya en 1999 cuando aterrizamos a estas tierras.

Como curiosidad, las parcelas antiguamente estaban nombradas con números romanos y letras. No fue hasta 2003 cuando comenzamos a ponerles nombre para personalizar cada parcela. Actualmente, en Las Moradas de San Martín contamos con una división de 10 parcelas: Capilla, Juez, Corzo, Camino, Centenera, Piñonera, San Martín, Ribera, Montazo y Arranque.

En la entrada de la finca encontramos la parcela Capilla. Una parcela de nueva plantación de garnacha y albillo real, que recibió este nombre por  las ruinas de una antigua caseta de aperos que sigue ocupando este lugar, y que un antiguo propietario quiso convertir en algún momento en una capilla. Tiene una superficie de 2,27 has y es una de las parcelas que está más protegida del viento, convirtiéndose en la parcela más baja de la finca.

A continuación, encontramos la parcela Juez, que se adquirió ante a la falta de superficie en la construcción de la bodega. Antiguamente, este terreno era de un conocido juez de la zona y de ahí su nombre, haciendo honor a su antiguo dueño. Hoy en día es una parcela de albillo real con suelos de grava muy blanca, sin apenas materia orgánica y con una superficie de 1,31 ha, localizada en una pequeña vaguada al cobijo de los fuertes vientos.

La parcela Corzo es la más joven de nuestras parcelas más viejas. Siempre ha sido la preferida como alimento para ciervos y corzos de la zona, y de ahí su nombre. De hecho, es fácil encontrar sus huellas en forma de pisadas sobre el terreno o brotes a medio comer. Aquí está plantada la garnacha de1972 que vive en un suelo arenoso, con mucha pedregosidad sobre todo en la zona central, y en el que fácilmente se pueden ver fragmentos graníticos de distinta composición, rosas, blancas, grises, en función de los minerales y su grado de metamorfosis entre cuarzo, mica y feldespatos. Es la base de nuestro vino SENDA y ocupa una superficie: 0,59 ha.

Otra parcela de reestructuración es la denominada Camino, plantada en 2002. Se encuentra en mitad del camino, literalmente, vertebrando parte de nuestra finca y en  ella encontramos un clon de garnacha muy bien arraigada, de raíces profundas y de ciclo más retrasado, lo que nos permite obtener una uva muy sabrosa y expresiva, con una acidez muy equilibrada. La superficie de esta parcela es de 1,09 ha.

El nombre de cada parcela nos habla de su historia, sus características o situación

Avanzando por el camino, encontramos una de nuestras parcelas con más superficie, la Centenera o Centenaria. Esta parcela es, junto a “San Martín”, es la parcela más antigua, datando de 1908. Más de cien años de vida de la que hace gala con su nombre. En esta parcela se encuentran las garnachas más viejas de alta calidad. También tiene una ruina de una antigua caseta de aperos y es la joya de la finca, con la que empezamos probando estos maravillosos viñedos. Se trata de una finca de mucho viento del noroeste y suelos graníticos que equilibran la producción que nos dan un balance de la uva excelente, con concentración de color y baja productividad. En las mejores añadas es con esta parcela con la que elaboramos nuestro vino más exclusivo: Las Luces. Cuenta con una superficie de 3,23 ha.

La Piñonera se denominó así por los pinos que alberga junto a la caseta de aperos adjunta, un remanso de paz muy agradable. Es una parcela de restructuración, en la que cultivamos albillo real desde 2019. Tiene un suelo muy pobre y las plantas tienen muy poco vigor, lo que proporciona rendimientos muy bajos y mucha concentración de fruta, dando un albillo muy personal de gran mineralidad. Su superficie es de 1,56 ha.

La parcela San Martín, es un homenaje al municipio en el que nos encontramos: San Martín de Valdeiglesias. Antiguas garnachas de 1929 plantadas con marco de plantación típico de la zona, en pie bajo o vaso, proporcionando así un ambiente más fresco a la planta, y evitando la radiación directa del sol para aprovechar mejor el agua escasa del verano. Cuenta con una superficie de 0,56 ha. De la complejidad de parcelas como esta nace INITIO.

Seguimos avanzando por la finca hasta dar con Ribera, una parcela de nueva plantación actualmente está plantada con albillo real en una superficie de 0,99 ha. Recibe su nombre en alusión a los tintos de Ribera elaborados con la variedad tempranillo que antiguamente ocupaban esta parcela. Hoy encontramos albillo real injertado recientemente sobre viñedo de 2002, aprovechando su desarrollo radicular para que se comportara como planta adulta. Aquí obtenemos uvas con gran frescura y personalidad.

Justo enfrente, encontramos la parcela Montazo. ¿Sabías que es el nombre del primer vino que tuvo la bodega? Rodeada de un bello paraje natural, esta parcela se sitúa junto a un montecillo o ‘montazo’. Se encuentra rodeada de higueras que ayudan a paliar el voraz apetito de los pájaros, ya que su maduración es más temprana que la uva, de modo que estos animales se sacian con los higos antes de atacar a las cepas. Nos encontramos aquí ante un viñedo viejo de garnacha, con algunas cepas salpicadas de otras variedades. Es una parcela muy bonita para disfrutar del entorno por todos los sentidos. Su superficie es de 1,98 ha.

Y, por último, encontramos la parcela Arranque. Compuesta por las parcelas La Flecha (0,7ha), arriba, La Coja (1,11ha), en el centro, y Almendros (1,24ha), al sur del camino, es a lo que en bodega llamamos ‘Plantación nueva de 2016’. Aquí encontramos garnacha joven en un marco de plantación mayor que el tradicional, con más plantas por hectárea.

Si quieres ver nuestras parcelas en persona y conocer los secretos de nuestra bodega y vinos, recuerda que estamos a tan solo una hora de Madrid. ¡No te lo pierdas! Y ven a visitar este paraje único y disfrutar de nuestra bodega y vinos en nuestras visitas guiadas y experiencias enoturísticas.